¿Cuál es la relación entre el lenguaje y la lectura?
El cerebro de un bebé está programado para el aprendizaje de una lengua. Eso significa que al bebé no hay que enseñarle a hablar una lengua; es un proceso natural. Los bebés aprenden a hablar desde el parto. Es una habilidad sumamente compleja pero, como es natural, no somos conscientes de todo lo que implica. A diferencia del aprendizaje de una lengua, el aprendizaje de la lectura no es natural. No aprendemos a leer espontáneamente, alguien tiene que enseñarnos.
Los elementos necesarios para lograr la lectura son:
Tener el lenguaje oral
Si no somos capaces de hablar el idioma y tener el lenguaje oral es imposible lograr la lectura o escritura del mismo, hablar una lengua ya es una actividad compleja, leer y escribir en ella más aún, porque requiere otros elementos que los especificamos a continuación.
La conciencia fonémica.- reconocer los sonidos que conforman el lenguaje. (fonemas)
Aquí es donde comienza el aprendizaje de la lectura. La conciencia fonémica significa que los niños toman conciencia de que el habla está compuesta por sonidos individuales. Debido a que es una parte crítica de la "preparación para la lectura ", suele ser uno de los puntos clave de los programas de enseñanza temprana. No obstante, dado que la escritura no es equivalente al habla, la conciencia fonémica por sí sola no es suficiente para que los niños aprendan a leer. Para que puedan aprender a leer, los niños deben ser capaces de reconocer que las marcas que se ven en el papel representan los sonidos de una lengua. Esas marcas, por supuesto, son las letras.
Conciencia alfabética.- Reconocer las letras del alfabeto. (grafemas)
Es más que la simple memorización del abecedario. El aprendizaje del abecedario es parte de la preparación para la lectura pero, para poder leer, los niños deben ser capaces de hacer más que simplemente memorizar las letras. También deben ser capaces de identificar qué sonidos de la lengua (fonemas) corresponden con cuáles letras. La memorización de las letras y los sonidos es un proceso más difícil que la memorización de los nombres de los objetos, como los animales. Los animales son entes concretos: pueden verse y dibujarse. Pero los sonidos no pueden dibujarse, las letras por sí mismas son mucho más abstractas que las imágenes por lo que el proceso de memorizar qué sonidos se corresponden con cuáles letras es más complejo que el proceso de memorizar los nombres de los objetos. Es por eso que se asocia imágenes con letras por ejemplo G con la imagen de un Gato o la A de árbol..
La memorización de los sonidos que se corresponden con las letras del abecedario es aún más difícil cuando comprendemos que no hay una correlación exacta entre las letras y los sonidos de la lengua, por ejemplo letras que tienen dos fonemas como la C o la G, incluso las combinaciones de sonidos Gui Gi, h, y, ch, etc.
La conciencia de la transformación de sonidos en letras:
Unión de las dos conciencias anteriores, saber cómo se lee. Asociación grafema-fonema.
Dijimos que leer es la capacidad de interpretar las letras en sus fonemas, sin embargo estas combinaciones forman nuevos sonidos, no leemos pppppaaaappppppaaa sino papá uniendo las sílabas. Por más difícil que sea relacionar todos los sonidos con las letras correctas y memorizar todo eso, el aprendizaje lector exige aún más. Los niños también deben ser capaces de asociar las palabras impresas con los sonidos. Esta conexión entre los sonidos y la palabras impresa es tan compleja que aún no se sabe de qué forma los niños son capaces de realizarla. Pero cuando lo logran, decimos que han "descifrado el código". Y lo que sigue es hacer que comprendan las sonidos compuetos por la combinación de diferentes letras por ejemplo las sílabas trilíteras, PR, PL, TR, CR, CL,FR, FL, etc.
Las etapas del aprendizaje de la lectura
Al igual que el aprendizaje de una lengua, el aprendizaje de la lectura se da en etapas. Aunque no hay consenso acerca del modo en que evolucionan esas etapas, mucho depende de los estímulos que recibe el niño en su medio, porque como dijimos, la lectura no se produce de manera espontánea, el niño no aprende a leer si nadie le enseña.
Fase prealfabética.- las palabras como un todo, por la forma color y contexto.
En esta etapa, los niños fundamentalmente reconocen y recuerdan las palabras por su forma. Las palabras son como dibujos y las letra y el contexto en el que están escritas dan pistas acerca de cuál es la palabra. Por ejemplo, un niño puede “leer” las etiquetas, logos, letreros de algunos lugares asociándolos por lo que son y dónde están escritas, es aquí donde entra el método de las etiquetas, el niño lee la palabra por su forma total, poco a poco irá distinguiendo las letras.
Fase alfabética parcial.- distingue el sonido inicial de las palabras
En esta etapa, los niños son capaces de memorizar las palabras impresas al relacionar una o más letras con los sonidos que oyen cuando se pronuncia la palabra. Eso significa que pueden reconocer los límites de las palabras en papel y, por lo general, las letras del comienzo y posteriormente del final, en el caso de las consonantes aún dirá el sonido de la sílaba completa, por ejemplo con qué empiezan la palabra Pato ellos dirán con la PA. Las láminas con dibujos y letras sirven mucho en ésta etapa.
Fase alfabética completa.- conoce las letras del alfabeto.
En esta etapa, los niños han memorizado todos los sonidos representados por las letras y son capaces de leer las palabras gracias a que reconocen y separas cada letra de la palabra y el modo en que todos los sonidos representados por esas letras se unen para formar palabras. Reconocen y diferencian letras de otros símbolos. Sin embargo aún leen de manera silábica y desconocen algunas combinaciones fonémicas.
Fase alfabética consolidada.- descifra el código alfabético, saber leer.
Cuando alcanzan esta fase, los niños ya son conscientes de las secuencias de múltiples letras que se encuentran en las palabras que conocen y distinguen palabras con sonidos semajantes, y otras combinaciones como las sílabas trilíteras, y letras con doble fonema.
En vez de mirar cada una de las letras de estas secuencias, almacenan todo el grupo de sonidos en la memoria como un único sonido. Esta clase de agrupamiento se llama "morfema". Este proceso les permite a los niños aprender palabras con mayor velocidad y eficiencia porque no tienen que considerar cada letra por separado, una a la vez sino reconocen la palabra entera por su forma.
Cuando son capaces de reconocer una cantidad suficiente de palabras con una rapidez y facilidad relativas, están listos para pasar de la lectura de palabras individuales a la lectura de oraciones y, más tarde, párrafos. A esta altura, pueden comenzar a concentrarse en la comprensión de lo que están leyendo. La mayoría de los niños alcanzan esta etapa durante el transcurso del tercer grado. (8 años)
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