viernes, 28 de agosto de 2015

Grafomotricidad

La grafomotricidad es un término referido al movimiento gráfico realizado con la mano al escribir (“grafo”, escritura, “motriz”, movimiento). El desarrollo grafomotriz del niño tiene como objetivo fundamental completar y potenciar el desarrollo psicomotor a través de diferentes actividades.
La grafomotricidad entraría dentro del desarrollo motor fino, esto es, aquel que aparece cuando el niño ha desarrollado cierta capacidad de controlar los movimientos, especialmente de manos y brazos. El niño mientras crece va aprendiendo a controlar cada vez más su cuerpo.
El objetivo de la grafomotricidad es que el niño adquiera las habilidades necesarias para que llegue a expresarse por medio de signos escritos, mediante ejercicios que permitan el mayor dominio del antebrazo, la muñeca, la mano y, sobre todo, los dedos.
En el aprendizaje y/o adquisición de las habilidades grafomotrices se empieza por el trazo prácticamente libre, que permite al niño dominar el espacio y adquirir soltura con los utensilios básicos, para ir introduciendo progresivamente pautas y trazos dirigidos.
En cuanto al manejo de útiles, primero se desarrollan y perfeccionan los movimientos de la mano, los dedos, y empieza la manipulación de esponjas, tizas, pinceles gruesos, ceras y los últimos son lo lápices, más finos.
También se aprende el desplazamiento correcto en el espacio gráfico: izquierda-derecha, arriba-abajo. Los movimientos de base pueden ser los trazos verticales, (de arriba abajo), horizontales (de izquierda a derecha), evolucionando a los oblicuos, bucles … hasta llegar a adquirir la imagen motriz más compleja de las letras, sílabas, palabras…

Entendemos por grafomotricidad el movimiento gráfico realizado con la mano al escribir. Por su parte la reeducación grafomotora intenta mejorar y/o corregir dichos movimientos gráficos necesarios para la escritura. 

La base de la educación grafomotora es la psicomotricidad fina, por lo que previamente deben realizarse actividades para desarrollar la destreza de las manos y de los dedos, así como la coordinación visomanual. 

La grafomotricidad es una fase previa a la escritura ya que supone el entrenamiento para la realización de movimientos básicos que forman parte de la correcta direccionalidad y trazado de las letras.
Estas actividades están dirigidas a lograr un control grafomotriz de los trazos gráficos, para que el niño aprenda los movimientos básicos y evite movimientos inútiles. También permiten prevenir anomalías posteriores de la escritura como son los giros invertidos, la dirección, la presión del lápiz, etc.
Tienen como finalidad ayudar al niño a adquirir las destrezas necesarias para enfrentar el aprendizaje de la letra cursiva...Ante todo debe tener el niño una posición cómoda con el dorso apoyada sobre el respaldo, los pies apoyados en el suelo, los brazos descansando sobre la mesa y su posición debe ser recta.
Si el niño es diestro, su mano izquierda debe estar sobre la mesa y su brazo derecho debe estar en posición paralela a los bordes laterales del papel, que se colocara inclinada hacia la izquierda.. Si fuera zurdo la posición es similar, pero a la inversa.



sábado, 22 de agosto de 2015

¿Cuál es la relación entre el lenguaje y la lectura?

El cerebro de un bebé está programado para el aprendizaje de una lengua. Eso significa que al bebé no hay que enseñarle a hablar una lengua; es un proceso natural. Los bebés aprenden a hablar desde  el parto. Es una habilidad sumamente compleja pero, como es natural, no somos conscientes de todo lo que implica. A diferencia del aprendizaje de una lengua, el aprendizaje de la lectura no es natural.

La conciencia fonémica e
s algo que se enseña. Y, por más compleja que sea una lengua, la lectura es aún más compleja. Entonces, ¿por qué es necesaria?
  1. Aquí es donde comienza el aprendizaje de la lectura. La conciencia fonémica significa que los niños toman conciencia de que el habla está compuesta por sonidos individuales. Debido a que es una parte crítica de la " preparación para la lectura ", suele ser uno de los puntos clave de los programas de enseñanza temprana. No obstante, dado que la escritura no es equivalente al habla, la conciencia fonémica por sí sola no es suficiente para que los niños aprendan a leer. Para que puedan aprender a leer, los niños deben ser capaces de reconocer que las marcas que se ven en el papel representan los sonidos de una lengua. Esas marcas, por supuesto, son las letras.
  2. Conciencia alfabética 
    Es más que la simple memorización del abecedario. El aprendizaje del abecedario es parte de la preparación para la lectura pero, para poder leer, los niños deben ser capaces de hacer más que simplemente memorizar las letras. También deben ser capaces de identificar qué sonidos de la lengua (fonemas) se corresponden con cuáles letras. La memorización de las letras y los sonidos es un proceso más difícil que la memorización de los nombres de los objetos, como los animales. Los animales son entes concretos: pueden verse y dibujarse. Por ejemplo, uno puede señalar un gato y decir “gato” para ayudar a un niño a asociar la palabra con el animal. Uno puede señalar fotos de gatos o de otros objetos para ayudar a un niño a asociar las palabras con los objetos. Pero los sonidos no pueden dibujarse, por lo que el proceso de memorizar qué sonidos se corresponden con cuáles letras es más abstracto que el proceso de memorizar los nombres de los objetos. Lo mejor que podemos hacer es utilizar una foto de un gato para ilustrar el sonido "G".

    La memorización de los sonidos que se corresponden con las letras del abecedario es aún más difícil cuando comprendemos que no hay una correlación exacta entre las letras y los sonidos de la lengua. El inglés tiene alrededor de 44 sonidos, pero solo cuenta con 26 letras para representar esos sonidos. Algunas letras representan más de un sonido, como podemos observar en inglés con la letra de las palabras father (“padre”, en inglés) y fat (“gordo”). Y otras letras aparentan ser innecesarias porque los sonidos que representan son sonidos representados por otras letras. Por ejemplo, podríamos tranquilamente escribir “kween” en vez de queen (“reina”) o “egzit” en vez de exit(“salida”).
  1. La conciencia de la transformación de sonidos en palabras: unión 
    Por más difícil que sea relacionar todos los sonidos con las letras correctas y memorizar todo eso, el aprendizaje lector exige aún más. Los niños también deben ser capaces de asociar las palabras impresas con los sonidos. Eso es más complejo de lo que parece, puesto que una palabra es más que la suma de sus letras. Por ejemplo, la palabra cat(“gato”) está compuesta por tres sonidos representados por tres letras diferentes: c-a-t. Los niños deben ser capaces de reconocer que estos sonidos se unen para formar la palabra cat . Esta conexión entre los sonidos y la palabras impresa es tan compleja que aún no se sabe de qué forma los niños son capaces de realizarla. Pero cuando lo logran, decimos que han "descifrado el código".

Las etapas del aprendizaje de la lectura

Al igual que el aprendizaje de una lengua , el aprendizaje de la lectura se da en etapas. Aunque no hay consenso acerca del modo en que evolucionan esas etapas, saber cuáles son esas etapas da una idea acerca de la manera en que los niños logran descifrar el código escrito y aprenden a leer.
  1. Fase prealfabética 
    En esta etapa, los niños fundamentalmente reconocen y recuerdan las palabras por su forma. Las palabras son como dibujos y las letras dan pistas acerca de cuál es la palabra. Por ejemplo, un niño puede ver que la palabra bell (“campana”) tiene una letra redonda en el medio y dos al final. Las formas de esas letras aportan pistas visuales. En esta etapa, es probable que los niños se confundan las palabras con otras de forma similar. Pueden confundir la palabra bell , por ejemplo, con doll (“muñeca”).
  2. Fase alfabética parcial 
    En esta etapa, los niños son capaces de memorizar las palabras impresas al relacionar una o más letras con los sonidos que oyen cuando se pronuncia la palabra. Eso significa que pueden reconocer los límites de las palabras en papel y, por lo general, las letras del comienzo y del final y los sonidos de una palabra. Por ejemplo, un niño puede ser capaz de reconocer la palabra talk (“hablar”, “charla”) gracias a la del comienzo y la del final. No obstante, es posible que confundan la palabra talk con cualquier otra palabra que comience y termine con los mismos sonidos, como take (“tomar”) y tack (“tachuela”).
  3. Fase alfabética completa 
    En esta etapa, los niños han memorizado todos los sonidos representados por las letras y son capaces de leer las palabras gracias a que reconocen cada una de las letras de la palabra y el modo en que todos los sonidos representados por esas letras se unen para formar palabras. Reconocen la diferencia entre talk take , y tack .
  4. Fase alfabética consolidada 
    Cuando alcanzan esta fase, los niños ya son conscientes de las secuencias de múltiples letras que se encuentran en las palabras que conocen. Por ejemplo, reconocen la similitud entre take (“tomar”), cake (“pastel”), make (“hacer”), sake (palabra inglesa que se utiliza en una variedad de frases con distintos significados), fake (“fingir”) y lake (“lago”). En vez de mirar cada una de las letras de estas secuencias, almacenan todo el grupo de sonidos en la memoria como un único sonido. Esta clase de agrupamiento se llama "chunking". Este proceso les permite a los niños aprender palabras con mayor velocidad y eficiencia porque no tienen que considerar cada palabra por separado, una a la vez.

    Con el tiempo, los niños también aprenden a reconocer otros tipos de "grupos" en la palabra escrita que hacen que la lectura sea más eficiente. Comienzan por reconocermorfemas en vez de letras individuales. Por ejemplo, pueden reconocer la palabra walk(“caminar”) y el sufijo -ed (sufijo pretérito del inglés) y mezclar los dos morfemas para llegar a la palabra walked (“caminó/caminaba”). El ser capaces de reconocer morfemas también ayuda a los niños a reconocer si una palabra es un sustantivo, un verbo o un adjetivo. El sufijo -ion al final de una palabra, por ejemplo, la convierte en un sustantivo. Este tipo de agrupamiento permite a los niños "decodificar" palabras de más de una sílaba, como unbelievable (“increíble”).
Cuando son capaces de reconocer una cantidad suficiente de palabras con una rapidez y facilidad relativas, están listos para pasar de la lectura de palabras individuales a la lectura de oraciones y, más tarde, párrafos. A esta altura, pueden comenzar a concentrarse en la comprensión de lo que están leyendo. La mayoría de los niños alcanzan esta etapa durante el transcurso del tercer grado.