domingo, 17 de abril de 2016

Presentación

PRESENTACION SOBRE GRAFOMOTRICIDAD

¿Qué es grafomotricidad?





La grafomotricidad, también llamada pre-escritura, son ejercicios especiales que desarrollan la motricidad fina y la coordinación viso-manual para lo que posteriormente será la escritura. La grafía es el trazo resultante de un movimiento realizado con algún material sobre una superficie dejando una marca, si un individuo es capaz de repetir el trazo de manera idéntica es porque lo ha interiorizado y esta listo para iniciar su proceso de escritura que es un ejercicio de control motor que surge como resultado de una gran cantidad de ajustes preceptivos, motrices, la implicación afectiva y estimulación del niño o niña, es decir que en la realización de las grafías nos encontramos con la incidencia de aspectos cognitivos, afectivos y psicomotores, del propio sujeto en situación de escribir.


Entendemos por grafomotricidad al movimiento de la escritura (Grafo= escritura, Motricidad= movimiento) es la práctica del movimiento coordinado que realizamos para escribir, como en todo lo que es práctica es repetitivo y tiene el objetivo de completar y perfeccionar el desarrollo de la psicomotricidad fina para aprender la pauta de trazo en la escritura de cada letra.


“La grafía puede entenderse como el componente de ejecución que hay en la escritura. Tanto la función, como el proceso de adquisición. Todo ello sabiendo que escribir es diferente de dibujar o trazar letras, ya que copiando letras no producimos lenguaje, aunque dibujar y copiar letras forman parte, necesariamente, de la grafomotricidad por lo tanto del proceso de aprendizaje de la escritura”, según Tolchinsky (1993)


Casi inconscientemente al escribir a mano realizamos una serie de trazos combinados ( líneas, círculos, arcos, etc) que de niños tuvimos que aprender; así por ejemplo para trazar la letra A en mayúscula imprenta, realizamos un línea diagonal ascendente, otra descendente y una horizontal que va de izquierda a derecha en medio de ambas diagonales, así de complejo es el movimiento de escribir que para los adultos ya esta mecanizado, sin embargo, en algún momento tuvimos que cumplir todo un proceso y hacer un primer trazo para practicar el manejo del lápiz y el papel hasta llegar a lo que ahora es nuestra escritura a mano, las experiencias y practicas dentro de éste proceso definen en cierta medida la calidad de nuestra “letra” actualmente.


Es por eso que los ejercicios de grafomotricidad deben abarcar y practicar cada movimiento partiendo siempre de trazos gruesos lineales y sencillos para llegar a lo fino y preciso, si bien los ejercicios son tan variados como lo es la forma de las letras, cumplimos el orden en que el niño desarrolla su control motriz: partiendo de trazos rectos, diagonales, curvilíneos y movimientos combinados cortos o continuos.


Al igual que la escritura los ejercicios debe ser realizados de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, que es la manera en que escribimos. El material de escritura recomendado es el marcador de agua, dado que éste permite hacer un trazo visible sin necesidad de mucha presión, sin embargo éste puede variar de acuerdo a las necesidades y competencias de cada grupo de niños y niñas; por otro lado, la práctica con diferentes materiales ejercita también el control de presión y fuerza.

¿Para qué sirve la grafomotricidad?
Como mencionamos anteriormente, la práctica del movimiento de escribir es mucho más complejo que elaborar líneas y puntos en el papel, en esto intervienen diferentes dimensiones interrelacionadas con el desarrollo de infantil. Específicamente hablando, los ejercicios grafomotrices, tienen el objetivo de desarrollar la coordinación viso-manual, es decir la capacidad de dirigir el movimiento de la mano en coordinación con lo que se percibe visualmente y dentro de éste: el control de la presión, frenado, direccionalidad y fluidez al escribir, a continuación explicamos cada uno:
A.    Control de presión.- se refiere a la fuerza que el niño invierte y la manera de sostener el material al realizar los trazos, ya sea que el niño presiona con mucha fuerza al escribir o por el contrario el trazo sea muy débil, la grafomotricidad ayudará a regular el tono muscular apropiado a cada material incluso cuando éste es grueso o delgado. Así como la manera correcta de sostener el lápiz con los dedos, evitando que el pequeño se canse rápidamente o le duela la mano después de realizar los ejercicios. Las actividades motrices que desarrollan ésta área son: pintar con diferentes materiales (no es lo mismo escribir con marcadores que con lápiz o crayones, témperas)  elaborar copias con papel carbónico siguiendo un dibujo sencillo y utilizar el punzón para calar imágenes. En éste material podemos pedir a los niños que intercalen la presión y realicen un segmento apretando el lápiz con fuerza y otro suavemente o que utilicen diferentes materiales en la misma lámina.
B.    Control de frenado.- cuando el niño sabe donde detener la línea en el trazo, se trata de lo que comúnmente llamamos  “no salirse de la raya” cuando el niño al pintar o hacer trazos sabe dónde “frenar la línea” ya sea para cambiar de dirección y no rebasar el límite al pintar o al escribir, así los niños que aún no tienen el control de freno tienden a salirse de la línea o realizar sus trazos innecesariamente grandes; inicialmente éstas faltas son aceptables, los niños están aprendiendo. Los ejercicios  que desarrollan ésta área son: el pintar dentro de espacios cada vez más pequeños, realizar grafías cortas seguidas dejando un espacio definido entre una y otra, completar un espacio pequeño con líneas paralelas.
C.   Control de dirección.-  al escribir cada letra seguimos una dirección y un orden en el trazo no solo en el sentido de la escritura sino la manera en que dirigimos el lápiz al escribir cada letra es el control de dirección, si escribimos el punto antes de la letra i probablemente quedará fuera de lugar porque no seguimos la direccionalidad apropiada, cuando la direccionalidad es correcta la escritura será fluida y legible. Ésta área está estrechamente relacionada con la espacialidad del niño (noción del espacio en relación a su persona) cuando no se desarrolla adecuadamente es probable que al escribir invierta letras y número, así  tampoco se puede pedir al niño “realiza la línea de izquierda a derecha” si aún no distingue cuál es su lado derecho o izquierdo, existen otros ejercicios para trabajar la espacialidad. Cuando en las láminas de grafomotricidad se señala con flechas la dirección en que debe realizar cada trazo se exige al niño que cumpla para desarrollar el control de dirección. Una actividad que desarrolla la direccionalidad es el realizar un líneas en una cuadrícula de por ejemplo 6x6 cuadros o puntos el niño deberá partir de un lugar y seguir la pauta de flechas, avanzar un cuadro por cada flecha y llegar a otro arriba, dos a la izquierda, uno abajo.

D.   La fluidez.- el resultado del desarrollo de todos los anteriores es la fluidez al escribir, es decir que la escritura sea continua y fluida, una letra a continuación de la otra siguiendo un mismo tamaño y linealidad, que el niño no se detenga a pensar cómo se escribe la siguiente letra. La fluidez como indica el nombre es la capacidad de realizar una escritura ágil, directa y continua, que el niño cambie de dirección sin necesidad de detener el trazo o “levantar el lápiz”. Así para desarrollar ésta área están los ejercicios con movimientos continuos combinados, como las líneas zigzag, lazos, y bucles unidos 

viernes, 1 de abril de 2016

Etapas de la lectura.

¿Cuál es la relación entre el lenguaje y la lectura?

El cerebro de un bebé está programado para el aprendizaje de una lengua. Eso significa que al bebé no hay que enseñarle a hablar una lengua; es un proceso natural. Los bebés aprenden a hablar desde  el parto. Es una habilidad sumamente compleja pero, como es natural, no somos conscientes de todo lo que implica. A diferencia del aprendizaje de una lengua, el aprendizaje de la lectura no es natural. No aprendemos a leer espontáneamente, alguien tiene que enseñarnos. 


Los elementos necesarios para lograr la lectura son: 

Tener el lenguaje, 

Si no somos capaces de hablar el idioma y tener el lenguaje oral es imposible lograr la lectura o escritura del mismo, hablar una lengua ya es una actividad compleja, leer y escribir en ella más aún, porque requiere otros elementos que los especificamos a continuación.   

La conciencia fonémica.- reconocer los sonidos que conforman el lenguaje.

Aquí es donde comienza el aprendizaje de la lectura. La conciencia fonémica significa que los niños toman conciencia de que el habla está compuesta por sonidos individuales. Debido a que es una parte crítica de la "preparación para la lectura ", suele ser uno de los puntos clave de los programas de enseñanza temprana. No obstante, dado que la escritura no es equivalente al habla, la conciencia fonémica por sí sola no es suficiente para que los niños aprendan a leer. Para que puedan aprender a leer, los niños deben ser capaces de reconocer que las marcas que se ven en el papel representan los sonidos de una lengua. Esas marcas, por supuesto, son las letras.

Conciencia alfabética.- Reconocer las letras del alfabeto. 

Es más que la simple memorización del abecedario. El aprendizaje del abecedario es parte de la preparación para la lectura pero, para poder leer, los niños deben ser capaces de hacer más que simplemente memorizar las letras. También deben ser capaces de identificar qué sonidos de la lengua (fonemas) corresponden con cuáles letras. La memorización de las letras y los sonidos es un proceso más difícil que la memorización de los nombres de los objetos, como los animales. Los animales son entes concretos: pueden verse y dibujarse. Pero los sonidos no pueden dibujarse, las letras por sí mismas son mucho más abstractas que las imágenes por lo que el proceso de memorizar qué sonidos se corresponden con cuáles letras es más complejo que el proceso de memorizar los nombres de los objetos. Es por eso que se asocia imágenes con letras por ejemplo G  con la imagen de un Gato o la A de árbol..

La memorización de los sonidos que se corresponden con las letras del abecedario es aún más difícil cuando comprendemos que no hay una correlación exacta entre las letras y los sonidos de la lengua, por ejemplo letras que tienen dos fonemas como la C o la G, incluso las combinaciones de sonidos Gui Gi, h, y, ch, etc.  

La conciencia de la transformación de sonidos en letras: 

Unión de las dos conciencias anteriores, saber cómo se lee. 

Dijimos que leer es la capacidad de interpretar las letras en sus fonemas, sin embargo estas combinaciones forman nuevos sonidos, no leemos pppppaaaappppppaaa sino papá uniendo las sílabas. Por más difícil que sea relacionar todos los sonidos con las letras correctas y memorizar todo eso, el aprendizaje lector exige aún más. Los niños también deben ser capaces de asociar las palabras impresas con los sonidos. Esta conexión entre los sonidos y la palabras impresa es tan compleja que aún no se sabe de qué forma los niños son capaces de realizarla. Pero cuando lo logran, decimos que han "descifrado el código". Y lo que sigue es hacer que comprendan las sonidos compuetos por la combinación de diferentes letras por ejemplo las sílabas trilíteras, PR, PL, TR, CR, CL,FR, FL, etc.



Las etapas del aprendizaje de la lectura

Al igual que el aprendizaje de una lengua, el aprendizaje de la lectura se da en etapas. Aunque no hay consenso acerca del modo en que evolucionan esas etapas, mucho depende de los estímulos que recibe el niño en su medio, porque como dijimos, la lectura no se produce de manera espontánea, el niño no aprende a leer si nadie le enseña.

Fase prealfabética.- las palabras como un todo, por la forma color y contexto.

En esta etapa, los niños fundamentalmente reconocen y recuerdan las palabras por su forma. Las palabras son como dibujos y las letra y el contexto en el que están escritas dan pistas acerca de cuál es la palabra. Por ejemplo, un niño puede “leer” las etiquetas, logos, letreros de algunos lugares asociándolos por lo que son y dónde están escritas, es aquí donde entra el método de las etiquetas, el niño lee la palabra por su forma total, poco a poco irá distinguiendo las letras. 

Fase alfabética parcial.- distingue el sonido inicial de las palabras 

En esta etapa, los niños son capaces de memorizar las palabras impresas al relacionar una o más letras con los sonidos que oyen cuando se pronuncia la palabra. Eso significa que pueden reconocer los límites de las palabras en papel y, por lo general, las letras del comienzo y posteriormente del final, en el caso de las consonantes aún dirá el sonido de la sílaba completa, por ejemplo con qué empiezan la palabra Pato ellos dirán con la PA. Las láminas con dibujos y letras sirven mucho en ésta etapa. 

Fase alfabética completa.- conoce las letras del alfabeto. 

En esta etapa, los niños han memorizado todos los sonidos representados por las letras y son capaces de leer las palabras gracias a que reconocen y separas cada letra de la palabra y el modo en que todos los sonidos representados por esas letras se unen para formar palabras. Reconocen y diferencian letras de otros símbolos. Sin embargo aún leen de manera silábica y desconocen algunas combinaciones fonémicas. 

Fase alfabética consolidada.- descifra el código alfabético, saber leer. 

Cuando alcanzan esta fase, los niños ya son conscientes de las secuencias de múltiples letras que se encuentran en las palabras que conocen y distinguen palabras con sonidos semajantes, y otras combinaciones como las sílabas trilíteras, y letras con doble fonema. 

En vez de mirar cada una de las letras de estas secuencias, almacenan todo el grupo de sonidos en la memoria como un único sonido. Esta clase de agrupamiento se llama "morfema". Este proceso les permite a los niños aprender palabras con mayor velocidad y eficiencia porque no tienen que considerar cada letra por separado, una a la vez sino reconocen la palabra entera por su forma.

Cuando son capaces de reconocer una cantidad suficiente de palabras con una rapidez y facilidad relativas, están listos para pasar de la lectura de palabras individuales a la lectura de oraciones y, más tarde, párrafos. A esta altura, pueden comenzar a concentrarse en la comprensión de lo que están leyendo. La mayoría de los niños alcanzan esta etapa durante el transcurso del tercer grado. (8 años)


Sobre las pre-lecturas

Las pre-lecturas son parte del Método Lesmes, son láminas con pictogramas o dibujos simples  que el niño debe interpretar ya sea mencionando lo que ve (casa, árbol, casa, auto)  o realizando un sonido o acción (mu, cuando ve la vaca, bee cuando ve la oveja, etc).
Se les llama pre-lecturas porque es un ejercicio previo a la lectura en que el niño identifica y nombra o interpreta pictogramas lo que básicamente es una introducción a la acción de leer, los dibujos son más sencillos de identificar y nombrar que las letras.
La manera de trabajar con las pre- lecturas es entregar a cada niño de manera individual una cartilla o “libro” y  ellos leerán de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha (sentido en el que leemos) mencionando los gráficos que ve, y haciendo pausa en los espacios entre un pictograma y otro. No debe tomarles mucho tiempo, luego intercambian las cartillas, debe ser un ejercicio ágil y breve.  
En el caso de leer interpretando sonidos, deben unificarse previamente cuál es el sonido para cada pictograma, por ejemplo si al ver un tambor yo hago ponpón o tontón lo define la maestra señalando el dibujo: cada vez que veamos un tambor decimos Tontón.   
Para la lectura de formas, colores y vocales se debe usar el material si previamente ya se enseñó ese contenido, las pre-lecturas de formas NO son un material para enseñar formas y colores el niño ya debe saber cómo es un cuadrado y cómo un triángulo para poder leerlos, de igual manera para los colores.

Las pre-lecturas de vocales NO son para enseñar las vocales es para el ejercicio de leerlas cuando el niño ya se las aprendió.